Karak-Dum está
enclavada en la montaña del Colmillo del Huargo, llamada así por la forma de la
misma, es una espléndida y espectacular atalaya natural desde
la que se puede observar la extensa cadena montañosa de la cordillera del Dragón
al Este, lugar en el que se encontraban grandiosas fortalezas de los enanos de
antaño, muchas pérdidas ya en el olvido.
Al
Norte la gran estepa helada de Gromdal, un páramo desierto de
hielo que llega hasta el fin de los días. Inhóspito y en su mayor parte deshabitado, en el cual se
pueden ver algunos nómadas de las abominables razas de pieles verdes de
los que nadie sabe decir cuál es su origen
ni propósito en tan yermas y desoladas tierras. Los Desiertos de Huesos al
Noroeste, un cumulo de manglares muertos inundados de brea con géiseres de
vapor sulfuroso y de yermos de roca rojiza sin vegetación. Allí las únicas cosas
que no son rocas son los huesos de los desafortunados que han intentado
adentrase en un lugar donde la oscuridad y la muerte son patentes en el aire inundándolo
todo con su hedor.
La Bahía de la
Orca al Sudoeste, se encuentra a los pies del Colmillo del Huargo, entre el
Desierto de Huesos y Bosque Oscuro, una especie de fiordo más que bahía de aguas profundas y gélidas aunque ricas en
pesca, que da salida al Mar de la Tormenta. Llamado así por las espectaculares
y destructivas galernas que lo azotan, que solo los más audaces marineros son
capaces de capear. En la orilla del Desierto de Huesos, la Bahía de la Orca se
topa con una serie de manglares y zonas pantanosas hasta subir a los rojos
rocales del interior. En la orilla de Bosque Oscuro unos escarpados acantilados
forman una muralla de varios cientos de pies, aunque de manera irregular con
estrechas y empinadas subidas salpicas de vegetación.
Se trata en su mayoría de
grandes
helechos flanqueados espectaculares cascadas de agua que levanta nubes de vapor
por la fuerza y la presión con la que impactan contra el suelo al precipitarse
al vacío.
Al Sur la gran
arboleda de Bosque Oscuro, un frondoso conglomerado de diversos tipos de árboles.
Algunos de varios centenares de pies alternados con otros más pequeños, y una
variedad de depresiones. Ríos pequeños y un mar de colinas suaves hacen que el
bosque tenga varios niveles y se convierta en un laberinto oscuro, para todo
aquel que se adentre y no siga los empedrados caminos que lo cruzan y sirven de
vías de comunicación. Más allá de Bosque Oscuro se puede divisar el río de la
Serpiente frontera con el reino de
los hombres, y el Gran Puente de Torhadim una majestuosa obra de ingeniería que
permite cruzar el río con rapidez y seguridad.
En las faldas de
las laderas Suroeste, Sur y Sureste del Colmillo del Huargo podemos encontrar algunas
pequeñas granjas con amplios campos de cultivo de Karak-Dum. Más arriba cuando
la montaña empieza a ser más agreste encontramos las primeras nieves.
Desde allí se puede ver una magnifica red de murallas que
sobresalen y atraviesan la montaña como si fuese un serpenteante gusano,
robustas y de una altura media de unos 30 a 40 pies.
Cinco grandes y
pesadas puertas de aspecto impenetrable y cuidadosamente talladas, elaboradas y decoradas, dan
acceso a la ciudad fortaleza. Estas puertas exteriores comunican con las
principales zonas que rodean Karak-Dum y están permanentemente custodiadas, vigiladas
por grandes Guerreros enanos que se han ganado el honor de proteger la ciudad de
cualquier enemigo en batalla. Además no es raro ver pequeños campamentos de
caravanas de diversas razas y distintos lugares, que esperan audiencia para
comerciar con los enanos y artesanos de Karak-Dum.
Tras pasar
cualquiera de las enormes puertas exteriores de Karak-Dum nos encontramos con
un enorme y descomunal corredor que nos lleva hacia el interior de la tierra, a
lo más profundo de la montaña. Un intrincado sistema de túneles y de pequeñas
cámaras fortaleza, con pequeños bastiones y cuarteles, conformando la amplia y
bien cuidada red defensiva de la ciudad. Después de haber recorrido un par de
millas hacia el interior de la tierra encontramos una muralla fortificada, exquisitamente
elaborada con grandes portones que dan acceso al corazón de la montaña y al esplendor
de Karak-Dum.
Karak-Dum en una
gigantesca caverna abovedada, construida en el corazón de la misma roca a base
del tesón de los enanos. Su inmensidad es tal que abruma a cualquier viajero
que se adentra en ella. Un gran pilar en el medio sujeta la bóveda haciendo las
veces hace de palacio y bastión para el señor enano. Grandes edificios de roca
se levantar por doquier, anchas avenidas y numerosa calles forman un
conglomerado laberíntico rodeando las grietas que bajan hasta las profundidades
donde los enanos tienen sus enormes minas. De estas, extraen diversos minerales,
metales y gemas por las que son famosos, representando el grueso de la economía
y de los recursos de la ciudad.
Enormes puentes a diferentes niveles
cruzan estas simas. Los edificios, se adentran en la roca como inmensos sótanos,
grandes salones, fuentes, estatuas y mercados que salpican aquí y allá. En lo alto del pilar central, al
unirse con el techo de la bóveda, salen grandes chorros de roca fundida que
proporciona calor a las innumerables forjas y herrerías de barrio del metal,
que son el principal producto elaborado de la ciudad. De la parte superior de
la bóveda, pegando con los extremos de la ciudad, grandes cascadas de gélidas
aguas del deshilo de la montaña proporcionan agua fresca y el sistema de
refrigeración para las forjas y herrerías así como el sistema de alcantarillado
de la ciudad. Enormes y sofisticados sistema de canales compuertas y artilugios
de la más extraordinaria ingeniería se observan por todos lados, convirtiendo
la caverna en una maravilla más allá de la imaginación.
En la parte baja
de la ciudad un pequeño puerto da contra unas compuertas en un gran túnel, una salida a la Bahía
de la Orca como vía de comunicación. En el pilar central ya mencionado, se
encuentra la sede del
gobierno. La fortaleza del Señor Enano Gloin Martillo de Trueno, Defensor del
Norte, desde la Fortaleza Blanca, llamada así por el color de la roca de sus
paredes exteriores, cuida del bastión y de Karak-Dum. En la base del pilar
encontramos las villas de los nobles y el gran templo a Moradin, el Forjador de
Almas, así como templos más pequeños para deidades menores.
Por
ultimo queda nombrar las numerosas compuertas
que dan acceso a los corredores y túneles de la intrincada red subterránea de
comunicaciones enana. A día de hoy muchos de ellos se han derrumbado por falta
de mantenimiento, y algunos han sido olvidados. Aún así la gran mayoría sigue
estando operativa y en uso dicha red comunica todos los reinos enanos
internamente.
FDO: Roberto Alvarez Rodriguez
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